Hoy vamos a desgranarte una de las joyas más representativas de la Antigua Roma, el Panteón de Agripa, el monumento romano mejor conservado de la ciudad, realizando para ti un minucioso análisis en el que te situaremos en el contexto histórico de esta obra para que entiendas mejor el porqué de su construcción. Sigue leyendo.
Primero de todo, para empezar con el análisis del Panteón de Agripa, queremos informarte que la inscripción en el friso del frontón atribuye su autoría a Agripa, la mano derecha del primer emperador Augusto, en el año de su tercer consulado, el 27 a. C., coincidiendo justo con el inicio de la Roma Imperial.

¿Quién construyó el Panteón de Agripa?

Pero, para saber quién construyó el Panteón de Agripa, hay que centrarse en lo que demostró la arqueología en el siglo XIX, que esta fecha no coincide con la obra posterior que se realizó en tiempos del emperador Adriano (117-138), entre los años 118 y 125 d. C., cuando el Panteón tomaría su aspecto actual, algo que es clave para entender el contexto histórico del Panteón de Agripa.
Sabemos por algunos autores clásicos que el antiguo templo de Agripa no recibiría la denominación de “panteón” y, por tanto, no estaría dedicado a todos los dioses del paganismo romano, como sí lo estaría el futuro Panteón levantado por Adriano.
La intención de Agripa era dedicar este templo al culto de la dinastía Julio-Claudia, la familia del emperador Augusto, razón por la cual probablemente estaría dedicado a los protectores de esta misma familia: Marte, Venus y el divinizado Julio César.
Esta construcción sufrió un primer incendio en el año 80 que tuvo que ser reparado por Domiciano y un segundo en tiempos ya de Trajano, el primer emperador de origen hispano y antecesor de Adriano, en el año 110.

Adriano y el nuevo Panteón

Por este motivo, Adriano decidió levantar prácticamente de nuevo Panteón, más que reparar la antigua obra, y es por eso que encargó seguramente a Apolodoro de Damasco, el mejor arquitecto de la época, su nuevo diseño.
Algo muy curioso, es que Adriano rechazaba que su nombre apareciera en cualquiera de sus obras, y por eso no lo dejó así reflejado en el Panteón.
Además, el nuevo templo se orientaba hacia el norte, lado contrario respecto del anterior edificio, ya que durante ese último siglo la ciudad de Roma se expandió hacia esta misma zona, el Campo de Marte.

Análisis arquitectónico del Panteón de Agripa

El nuevo edificio muestra dos grandes estructuras: el gran pronaos con una columnata de gran tamaño, con cada una de sus columnas de más de 14 metros de altura esculpidas en una sola pieza de granito, unido a la gran cella cubierta con la famosa cúpula del Panteón.
Esta estructura de una gran sala redonda precedida por un pórtico rectangular es una completa innovación de la arquitectura romana en esta época.
La forma de la cella, la nave central del templo, está conformada por una cúpula semiesférica en su parte superior soportada por una estructura cilíndrica a modo de tambor.
Las medidas son completamente proporcionadas: el diámetro de la cúpula mide 43’44 metros, lo que se traduce a 150 pies romanos exactos; la altura que engloba al cilindro inferior y al semicírculo superior que conforma la cúpula mide exactamente lo mismo, razón por la cual este espacio interior podría albergar una gran esfera de 43’44 metros de diámetro.

El famoso óculo del Panteón y su cúpula espectacular

Además, en el vértice superior de la cúpula se abre un óculo, un gran espacio perfectamente redondo que deja entrar la luz solar, así como la lluvia y la nieve en días de precipitaciones. Este óculo mide 8’89 metros de diámetro, lo que equivalen exactamente a 30 pies romanos, siendo, por tanto, exactamente 1/5 parte del diámetro de la cúpula; como vemos, los romanos no dejaban ninguna medida al azar.

Por este óculo se colaba una luz del sol que, a cada hora, iluminaba el rostro de una de las siete estatuas de las principales divinidades romanas que albergaba el Panteón (actualmente solo podemos contemplar los nichos vacíos donde éstas se colocarían).

La cúpula del Panteón de Agripa
La cúpula del Panteón de Agripa es la más grande de la que se tiene constancia durante toda la historia entre las que se levantan únicamente con materiales pétreos, en este caso hecho de un compuesto volcánico que podemos considerar el antepasado del hormigón, sin vigas metálicas en su estructura interna.
Para evitar el derrumbe, y habiéndose comprobado el éxito de la técnica cuando casi dos milenios después el edificio sigue en pie y en perfecto estado, se idearon toda una serie de soluciones para descargar peso a la cúpula: se utilizó un tipo de mampostería volcánica mucho más porosa y ligera; el espacio del propio óculo resta mucha masa de la propia cúpula; y, por último, en su interior vemos un total de cinco círculos concéntricos conformados por casetones, una especie de recuadros labrados sobre los muros de la cúpula para sumarle a la función estética el hecho de restarle todavía más masa a la cúpula.
Debemos imaginar todos los artefactos y personal trabajando horas y horas en la construcción de un edificio que, a pesar de ser un gran milagro arquitectónico para la época, se levantó prácticamente en solo siete años.

Del paganismo a la Cristiandad

En el año 608, más de un siglo después de la caída del Imperio Romano de Occidente, el Panteón se convertiría en el primer templo pagano en ser cristianizado y consagrarse por el papa Bonifacio IV como la Iglesia de Santa María de los Mártires, honrando la memoria de todos aquellos mártires cristianos que habían sido ejecutados por las antiguas autoridades romanas.
Pero, a lo largo de la extensa historia de este edificio también ha sido utilizado con otros fines como, por ejemplo, como la Academia de los Virtuosos de Roma, es decir, la Academia de los grandes artistas.
Es por ello por lo que debemos imaginar que por aquí pasaron los más grandes artistas italianos del Renacimiento y el Barroco, tanto es así que incluso el propio Bernini diseñó unos campanarios en el siglo XVI que serían colocados sobre el tejado del frontón pero que, afortunadamente, fueron retirados en el siglo XIX.

Precio de la entrada al Panteón

Actualmente, al ser todavía una iglesia, la entrada a su interior es totalmente libre y gratuita, contemplándose siempre una serie de medidas estéticas a cumplir (hombros y rodillas tienen que estar tapados).
Además, el edificio alberga los sepulcros de personajes tan insignes de la historia italiana como el rey unificador de la patria, Víctor Manuel II, así como su hijo Umberto I o el gran artista renacentista Rafael.
Todavía en la actualidad se celebra una de las festividades cristianas más importantes en el Panteón: en Pentecostés, 50 días después de Pascua, se simboliza la llegada del Espíritu Santo con el lanzamiento de miles de pétalos de rosa desde el óculo de la cúpula hacia el espacio interior del templo.
Finalmente, debemos recordar que el Panteón no sólo es una de las mayores obras de la Roma Antigua, sino que es considerado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1980 por su perfección arquitectónica y su buen estado de conservación.
Esperamos que te haya gustado este artículo que te hemos ofrecido titulado “El Panteón de Agripa, análisis y contexto histórico”, queremos además informarte que si estás pensando en visitar Roma y quieres conocer la ciudad de la mano de verdaderos expertos en arqueología e historia, no dudes en contactar con nosotros, sin ningún tipo de compromiso.
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